Un
lugar mágico
Es un lugar, una cancha de la cual si quiero
acordarme…
La
noche del 24 de enero Camila no pudo conciliar el sueño, esta vez no era el
miedo a la oscuridad o el saber que su mamá no podría llegar a casa esa noche a
dormir. En esta ocasión, se encontraba muy ansiosa, al día siguiente tendría
una nueva escuela, un nuevo colegio, un nuevo ambiente; pasaría de la sede de
primaria, a la sede de bachillerato. (según ella, ya era grande)
Esa
mañana dejó la cama muy temprano, no tuvieron que llamarla, ni hacer maromas
para que se levantase. Desayuno un vaso con leche y un par de panes y salió
pronta para el colegio. Su padre la llevo en una bicicleta vieja pero
eficiente, la dejo en la puerta del colegio y partió como el viento a su
trabajo en el norte de la ciudad, sin darse cuenta que ese día no habría clases
presenciales. (por aquello del virus).
Camila
no comprendía ¿por qué no había nadie más esperando en la puerta, le preguntó a
la señora celadora que se encontraba allí junto con dos perros, uno negro con
blanco (Spike) y uno rubio (el Mono). Ella le aclaró la situación y le dijo que
lo mejor sería que volviera a su casa.
Camila
entristecida pero no resignada, le preguntó ¿hay forma que yo pueda conocer el
colegio por mi sola?, a lo que la señora celadora contestó, creo que no hay
ningún problema, pero llévate a Spike y Mono para que te acompañen.
Camila
muy contenta subió las escaleras, a unos cuantos metros de haber entrado, al
girar a la derecha se encontró con un camino, que era como un túnel hecho por
plantas, esto le pareció mágico, pero mayor fue su sorpresa cuando en coro
Spike y el Mono le hablaron “bienvenida a tu segundo hogar”, por poco se
desmaya al ver que un par de perros le hablaban. Tranquila mi pequeña niña
nosotros somos amigos de todos los niños que vienen a este colegio, eso sí
debes guardar el secreto, porque ninguno de los adultos que aquí trabajan, sabe
de esto y menos aún que nosotros dos hablamos lenguaje humano. Camila se repuso
rápidamente de su asombro y asintiendo con la cabeza dijo comprendo. Ahora
llévenme a conocer mi segundo hogar.
Así
fue como Mono y Spike le sirvieron de guía a su nueva amiga, le mostraron los
diferentes lugares del colegio, las edificaciones, las aulas, las canchas, la
cafetería, las diversas zonas verdes. Para ella era todo tan nuevo, un poco
diferente a su anterior escuela, pero le gustó todo mucho. Le explicaron que la
sala de espejos era especial para bailar y hacer obras de teatro, que hay un
aula amiga que cuenta con computadores y un tablero inteligente, que existe un
aula de audiovisuales donde pueden ir a ver películas y videos, también hacer
presentaciones.
Le
mostraron que los baños de los niños quedan en el primer piso y el de las niñas
en el piso superior.
Al
pasar en frente de la secretaría y la rectoría, subieron unos cuantos escalones
y allí vieron un letrero de algo que nunca había escuchado, “El laboratorio”.
Preguntó inmediatamente y ¿qué es un laboratorio?, ¿qué se hace aquí? Mono, que
se había colado a más de una clase de química le respondió, aquí los niños
hacen experimentos, se divierten con responsabilidad, para no causar
accidentes. Eso me parece interesante, ya quiero hacer experimentos con esos
tubitos de vidrio y sustancias raras. Ya me imagino jugando a la pelota en estas
canchas, que son más grandes que las de mi anterior escuela, me veo con mis
compañeritos corriendo por las zonas verdes, jugando a la lleva, cuidando las
plantas y árboles que aquí abundan, ya quiero conocer a mis nuevos profesores y
ver las materias que son desconocidas para mí, tengo muchas ganas de aprender y
compartir con mis compañeros y profesores las experiencias de mi casa, de mi
barrio y de mi antigua escuela.
Bueno
amigos perrunos ya está tarde y debo volver a mi casa porque mi familia me espera
para almorzar. Gracias Spyke, gracias Mono, por este recorrido tan bonito e
interesante, son mis nuevos amigos y pueden quedar tranquilos, que nuestro
secreto, seguirá siendo secreto para siempre.
Y así
Camila volvió a su casa contenta y satisfecha por haber conocido su nuevo
colegio, pero con muchas ganas de verlo lleno de niños corriendo, saltando,
jugando y aprendiendo.
Y
colorín colorado, este cuento apenas ha comenzado…
FIN
Cesar
Augusto Mesa Urrego (Feb 2021)
¡El planeta donde vivo, el
paisaje donde vivo, el lugar donde vivo!
Allin paqarin niñas, niños y mi
amado pipistrelo, hoy quiero contarles del paisaje de la región donde vivo, es
una hermosa y verde montaña, es muy alta y tiene muchísima agua, incluso su atmosfera
tiene agua en forma de vapor y en forma de lluvia. Es un lugar muy frio, pero
con gente muy cálida como mi pueblo quechua. También la vegetación es rica en
agua, los hermosos frailejones y los colchones de agua que cubren el suelo la
retienen para luego dejarla salir lentamente y formar las quebradas, que luego
formaran los riachuelos. Yo he visto volar a algunos de tus amigos murciélagos
sobre nuestras chozas, ellos me han contado que en otras montañas frías como la
de nosotros hay gente que construye casitas de plástico en las que siembran
flores y alimentos, en estas casitas entran los rayos del sol y el plástico no
deja salir el calor, me han dicho que les llaman invernaderos.
Yo respeto esos paisajes
intervenidos por el hombre, paisajes artificiales; pero definitivamente
prefiero un paisaje natural como mi hermosa montaña, mi páramo. En este rico
planeta, el planeta tierra, el planeta azul, hay gran variedad de paisajes,
pero de algo que estamos seguros los pueblos indígenas y en que deberíamos
estar de acuerdo todos los seres vivos, es que tenemos que cuidarlos y
presérvalos. Bueno queridos amigos los dejo porque debo ir a recoger agua a la
laguna, cuídense mucho y Tinkunacama.
FIN
Cesar
Augusto Mesa Urrego (26-feb-2021)
Transformando
el medio natural
Nuestra
historia de hoy se desarrolla en un pueblo colombiano, cerca al Nevado del
Cocuy en el departamento de Boyacá. En este pueblo reinaba la buena convivencia
entre sus habitantes, era un pueblo muy bello, tranquilo y rico en recursos
naturales, rodeado por verdes montañas, abundantes cuerpos de agua como
nacederos, quebradas, ríos y lagunas y una importante variedad de flora y
fauna, allí vivían plantas y animales que no se encontraban en ningún otro
sitio del planeta, habitaban pueblos indígenas y campesinos con un fuerte
arraigo por su territorio, que trabajaban y cuidaban la tierra. Cultivaban de
forma tradicional gran variedad de productos, era una despensa de alimentos
limpios y orgánicos, que abastecían la región y las ciudades del interior del país.
Extrañamente
un jueves, el alcalde del pueblo se encontraba bebiendo cerveza desde temprano
en la mañana, en la tienda de doña Ceci, una de las tantas tiendas de la plaza
central del pueblo. Lo raro era que el alcalde nunca consumía licor, solo él
sabía la razón por la que lo estaba haciendo ese día en particular.
Este
pueblo paso en pocos meses de ser prácticamente, sin llegar a exagerar un
paraíso a ser un lugar infestado de pobreza, desempleo, drogadicción
delincuencia, prostitución y violencia. Este alcalde era un joven recién
graduado de la Universidad, que volvió a su pueblo con ganas de trabajar en
beneficio de la comunidad, con este pensamiento logro volverse alcalde y los
primeros meses de su mandato fueron muy buenos para la gente, el pueblo y el
medio ambiente. Pero al poco tiempo llegó una empresa multinacional que le
propuso facilitar la firma de un contrato de extracción de minerales a cielo
abierto en las montañas del pueblo, le aseguraron que esto traería riqueza y
prosperidad al pueblo, harían nuevas carreteras, y hasta una nueva escuela con
computadores y todo. Y para él, una gran suma de dinero que aseguraría su
futuro y el de su familia. Las montañas verdes fueron invadidas por grandes
monstruos mecánicos, volquetas y maquinaria pesada, hicieron carreteras y
desviaron los cuerpos de agua para hacer pequeñas represas que usaban para
abastecer de agua a la mina a cielo abierto, cada gota de agua que entraba a la
mina, salía sucia, contaminando cuerpos de agua, y suelos. El polvillo que se
levantaba en la mina dañó la atmosfera, haciendo el aire pesado, todo el
paisaje natural paso de la gama de verdes a ser gris y sombrío, las plantas
murieron y los animales que sobrevivieron migraron a buscar refugio en zonas
lejanas, los cultivos de los indígenas y campesinos decayeron, ya que el agua
contaminada, también irrigo sus tierras. La multinacional quiso evadir
responsabilidades, sembrando varias hectáreas con especies foráneas es decir
árboles traídos de otro país (con el propósito de explotar su madera más
adelante), estos árboles consumieron la poca agua que quedo en los suelos,
desecándolos y erosionándolos, acabando con las pocas especies endémicas, ósea
las plantas propias del lugar.
Las
especies invasoras no son buenas, ni malas, simplemente no deben ser sacadas de
su lugar de origen para traerlas a otros sitios.
Construyeron
nuevas carreteras, pero básicamente las usaban las volquetas y camiones para
sacar los minerales de la zona.
Riqueza
nunca hubo en la región. Si una escuela nueva con computadores, pero los
barrios del pueblo fueron miserables, la vida familiar y la crianza muy
difíciles, no había justicia social, ahora reinaba la pobreza y el caos social,
se presagiaba un futuro no muy bueno para las niñas y niños del pueblo.
Siendo
las 9 de la noche de ese jueves, doña Ceci despertó al señor alcalde, había
dormido cerca de cuatro horas en una silla, al despertar se dio cuenta que todo
aquello había sido una visión de lo que podría ocurrir si ponía su supuesto
bienestar y el de su familia por delante del bien común, del bienestar del
pueblo, su comunidad y el de la naturaleza. Se levantó de su silla y supo lo
que debía hacer.
Al
otro día rechazó la firma del contrato con la multinacional, y se propuso
seguir trabajando por su comunidad y preservando y cuidando los recursos
naturales, para las generaciones actuales y futuras.
Cambiar
riquezas naturales por riquezas materiales no es un buen negocio.
FIN
Cesar
Augusto Mesa Urrego (15-marzo-2021)
Esperanza.
- - La maestra había colocado la tarea. “van a elaborar
un escrito describiendo un aspecto que les guste de su hogar”.
-Ya esa
mañana todos los niños estaban en sus pupitres, todos menos Paula, que por lo
regular se levantaba tarde y no llegaba a tiempo a las clases.
- La maestra solicitó a Suyana que leyera su escrito.
Mi
nombre es Suyana, hace ya tres años que vivo acá en el barrio y asisto a la
escuela con ustedes, los aprecio y respeto mucho, pero este no es mi hogar.
Mi
hogar está en el bosque, pero hace un tiempo unos grupos de hombres con
uniformes y armas llegaron a nuestras comunidades, maltratando, abusando y matando
a muchas de nuestras gentes y nos obligaron a los pocos que quedamos a irnos de
nuestros territorios.
El
abuelo Champi, uno de los taitas que pudo sobrevivir, me ha contado que todo ha
cambiado mucho en mi hogar, que ahora solo se ven grandes extensiones de palmas
y palmas y palmas, sin ningún otro tipo de árbol, que el agua se está acabando
y que los animales también se han ido.
En
mi hogar las niñas jugábamos en el río, corríamos en el bosque, trepábamos
árboles, pero también ayudábamos a las mujeres a recoger frutas, plantas y
semillas silvestres para sembrar y cultivar en la chagra, mientras los hombres
cazaban. En nuestros pueblos ellas poseen las semillas y sus conocimientos, y
nos los transmiten mientras cuidamos la chagra.
A cada pueblo indígena se nos dio una variedad de semillas. El trabajo
de nosotras es muy importante para mantener está variedad de semillas, para que
no se pierdan los saberes, y pues claro para poder alimentar a nuestras
familias y comunidades.
Tanto
para cazar como para establecer la chagra, los pueblos indígenas le pedimos
permiso a los dueños espirituales.
La
chagra se parece un poco a la huerta que tenemos acá en la escuela, ambas nos
proveen alimentos, nos producen enseñanzas y además compartimos saberes y
experiencias alrededor de ellas. Pero en las chagras, nuestras comunidades
tienen una relación sagrada y espiritual, con las plantas, con los animales,
con el agua, el aire y el suelo.
Cada
cierto tiempo cambiamos el sitio de la chagra, para no agotar los recursos del
suelo.
Para
terminar, les cuento que el nombre del abuelo Champi significa "El que
anuncia una nueva buena". Y él abuelo Champi dice que el que yo esté viva
es una buena nueva.
- - Oye Suyana y tú nombre ¿tiene algún significado?
Si
mi nombre significa Esperanza.
FIN
Cesar
Augusto Mesa Urrego (26-marzo-2021)
Arte y Religión, Edad media y
moderna.
La historia de hoy compara un
poco la vida de la sociedad medieval con la sociedad actual, pero centrándose
en un par de aspectos, arte y religión.
En el caldero del saber de
hace unos días, aprendimos que en la sociedad medieval no era común bañarse, ya
que los baños eran públicos y masivos, es decir asistía mucha gente y por esa
época había algunas enfermedades de rápido contagio, pero él no bañarse también
podía facilitar la proliferación de bacterias y hongos y a su vez ser foco de
enfermedades. La religión y creencias religiosas han estado ligadas a muchos
aspectos de nuestras sociedades y esta no es la excepción.
Daniel un niño del barrio
Guacamayas, realizaba una lectura para la escuela, sobre la EDAD MEDIA Y
ENFERMEDAD de la Autora: Margarita del Valle García.
Algunos aspectos particulares
llamaron la atención de Daniel.
“En la Alta Edad Media, por influencia del
cristianismo primitivo, la enfermedad se consideraba como una prueba que Dios
enviaba al individuo (como las que sufrió Job) y sus padecimientos acercaban al
enfermo a los de Jesucristo. Pero esta actitud se fue modificando con el
transcurso de los siglos, hasta ver la enfermedad como un castigo divino, una
penitencia por los pecados cometidos, llegando a identificarse al enfermo con
el pecador.
Daniel recordó que, en la misa
dominical de la semana pasada (a la cual acostumbraban ir con sus padres y
hermanos, para después tomar un helado en el parque), el párroco les dijo a los
feligreses que el virus del covid 19 podría ser una prueba para nuestra
perturbada sociedad, o peor aún un castigo divino por la forma de vivir de esta
juventud loca y desenfrenada.
“La
marginación de ciertos colectivos e individuos dentro de una comunidad es tan
antigua como la propia agrupación de seres humanos. A lo largo del milenio que
enmarca la Edad Media la mentalidad colectiva experimentó una serie de
evoluciones que se plasmaron en la marginación hacia determinados sectores de
la sociedad. Por supuesto esta segregación no fue idéntica en todas las zonas
de Europa ni alcanzó siempre la misma intensidad”.
Daniel comparaba la
marginación que sufrían los enfermos en la edad media por enfermedades
infectocontagiosas como la lepra, la sífilis, la difteria, la peste blanca o
tisis, el tifus, el paludismo, la viruela, la peste negra, con la marginación y
aislamiento de los enfermos en nuestra época por causa del covid 19. Algo que
le impacto mucho a Daniel fue la marginación que sufrían los ciegos y los
epilépticos en la edad media, él pensaba que en nuestra sociedad también sufren
marginación las personas que tienen alguna discapacidad física, ya que para
ellos es más difícil conseguir trabajo y de una u otra forma la sociedad los
relega y discrimina.
Las personas en la edad media
eran muy supersticiosas, creían en hechiceros, brujos y amuletos para curar
enfermedades, en nuestra sociedad algunos pueblos también lo siguen haciendo,
sobre todo indígenas y campesinos. Otra forma de superstición fueron los «toques
reales». El hombre medieval creía que algunas enfermedades podían ser curadas
por la imposición de manos del rey. Actualmente algunas religiones tienen esta
práctica, obviamente no con un rey sino con personas que dicen tener dones
curativos, que pueden ser pastores o predicadores.
En la edad media se
usaban cadáveres para estudiarlos y avanzar en los campos de la anatomía y la
medicina, en ocasiones se diseccionaban y se desmembraban, pero la iglesia
prohibió esta práctica, Paradójicamente, el ámbito católico,
incluso en la actualidad, está plagado de reliquias de santos que nos ha legado
aquella época (la mano de S. Juan Bautista, el brazo de Sta. Teresa, la sangre
de S. Pantaleón, el cráneo de S. Valentín, astillas de huesos, etc.). Además,
existen innumerables expresiones artísticas que han plasmado, todas estas
prácticas, pinturas, esculturas, películas, obras de teatro, libros que dan
cuenta de todos estos aspectos de la vida medieval que de alguna forma podemos
comparar con aspectos de las sociedades modernas, y ver que la religión y el
arte van de la mano en la historia del ser humano. Otro ejemplo se dio en la
Italia de la edad media con la llamada enfermedad del Baile de San Vito o
corea, se suponía provocada por la picadura de la tarántula y lo intentaban
curar con música, lo que dio lugar a una composición musical: la tarantela.
Debe su nombre a que los afectados invocaban a San Vito para que los librara
del extraño mal.
Al
final Daniel concluyó, que, para algunas personas de acuerdo a sus creencias,
las enfermedades, las dificultades económicas y hasta las catástrofes naturales
son pruebas, o castigos divinos, pero para otras personas como el, son
fenómenos de la naturaleza y la cotidianidad, que en cierta medida pueden estar
afectados por la acción del hombre y que en ocasiones los pueden empeorar o
acelerar. Y resalta la labor del arte para conocer y comprender la historia de
la humanidad.
Cesar Mesa (09/04/2021)
Hoy en cuentos para entender
el Mundo “El Hombre y El Fuego”, incidencias de Quarú y Tallú
Al demonio Quarú le gustaba
molestar a Tallú, (el espíritu de la montaña). Por eso decidió otorgar al
hombre el don del fuego.
Pretendía envenenar la
conciencia del hombre con el poder del fuego. Quarú imaginaba un mundo en
llamas, un mundo en que el hombre terminaría por destruir a los demás seres
vivos y así mismo, todo por querer ser el único dueño de ese fuego.
Tallú por ahora no intervino y
simplemente confío en que al final el hombre sabría qué hacer.
La primera vez que el hombre
vio el fuego, fue en un árbol que se quemaba por causa de un rayo que Quarú
lanzó sobre él.
Asombrado y curioso, se
acercó, sintió un calor intenso sobre su piel, luego observó como crecía y
crecía ese fuego, pensó que este nuevo ser tenia vida propia y prontamente huyó
de él.
Día tras día, el hombre
atormentado y asustado, veía como este monstruo se comía al bosque y sus seres,
y pensó que debía hacer algo. Así fue como un día, el hombre vio un pequeño
fuego, un fueguito y pensó que era el hijo de aquel monstruo, y decidió
retenerlo, pero se dio cuenta que este pequeño fuego, al igual que su padre,
todo lo que tocaba lo destruía.
Tallú, al observar la
confusión del hombre, decidió enviarle una señal, para apaciguar su atormentado
espíritu.
Una tarde soleada, en la que
el fuego consumía parte del bosque, el cielo se nublo y de repente comenzó a
llover, llovió copiosamente toda la noche.
Temprano en la mañana el
hombre recorrió el bosque calcinado, no había rastro del fuego, el suelo estaba
tibio, pero ya no quemaba, encontró gran cantidad de animales, plantas, frutas,
semillas y tubérculos, de los cuales se alimentaba normalmente. El olor de
estos alimentos le pareció particular, entonces decidió recolectar algunos
alimentos quemados por el fuego, su curiosidad y en mayor medida el hambre lo
llevaron a probar algunos de estos alimentos, su nariz, boca y lengua se
llenaron de aromas, sabores y texturas que jamás había percibido, ni tan
siquiera imaginado pudieran existir.
A partir de ese día el hombre
no vio al fuego como su enemigo, comprendió que era un regalo de los espíritus
para hacer su vida menos difícil, aprendió a controlar y transportar el fuego,
los lugares donde ya no había bosque por causa del fuego los usó para cultivar
plantas alimenticias y medicinales, o para levantar chozas y malocas, aprendió
a cocer los alimentos para comerlos más fácilmente, ya no gastaba tanto tiempo
masticándolos y aprovechaba ese tiempo en otras labores. Agradeció a los dioses
y espíritus por ese nuevo regalo.
Fue
así como empezó esa sociedad indisoluble entre el hombre y el fuego y se abrió
la puerta para los avances tecnológicos.
FIN
Cesar
Mesa 17/0472021
La Musi-k
Daniela Martínez, Tatiana Bermúdez y Camilo Quitian eran tres
adolescentes que habían hecho juntos el bachillerato, eran pelaos muy alegres, rumberos
y sobre todo muy unidos. Les gustaba la farra más que el pan y se la pasaban de
fiesta en fiesta, pero el final de cada una de estas, siempre era el mismo,
ellos se adueñaban del equipo de sonido y terminaban solo escuchando reggaetón y
la gente se aburría y los terminaban sacando.
Para ellos tres no existía ningún otro tipo de música, el
rock era basura, la música folclórica aburrida, el vallenato música pa corronchos,
por ahí de vez en cuando escuchaban y se bailaban una que otra salsita, pero en
general eran muy cerrados a la banda.
Al graduarse del colegio a Tatiana y a Camilo les toco ponerse
a camellar, Daniela fue más afortunada y entró a la Universidad, fue allí donde
conoció a Mariangela, una pelada caleña aún más rumbera que el combo de los
tres juntos y abierta a todo tipo de música. Fue con Mariangela que Daniela
abrió su mente a un mundo de innumerables matices de percibir, gozar y entender
la música.
Mariangela era una redura bailando salsa, pero también sabía
mucho de otros géneros musicales. Fue así como Daniela tuvo su primer
acercamiento a los sonidos de agrupaciones extranjeras como Metálica, The
Doors, los Beatles, Cramberries, o los Ramones cantantes como Billie Holiday,
Amy Wynehouse o Aretha Franklin. Pero quedo sorprendida y fascinada con el
nuevo mundo musical, que no sabía existía en Colombia. El acordeón de Alfredo
Gutierrez, la chirimía de Alex Pichi, las gaitas y tambores de los Gaiteros de
San Jacinto, la maestría de Juancho Valencia y Puerto Candelaria, los nuevos
sonidos del Frente Cumbiero o la Mamba Negra.
Una tarde Daniela y Mariangela invitaron a un conversatorio a
Tatiana y Camilo, en el estaban el maestro Jorge Velosa de los Carrangueros, el
irreverente Edson Velandia de Velandia y la Tigra, y Gambeta, Kaztro y Fa-zeta
de los Alcolirykoz. Allí, aparte de ver como géneros tan diferentes como el
rap, la carranga y el rock podían convivir en un mismo espacio, se dieron
cuenta que estos artistas colombianos aparte de cantantes, eran unos
conocedores y defensores de sus regiones. Unos verdaderos sociólogos. Los Alcolirikos
mediante sus improvisaciones, mostraron una cara diferente de su barrio Aranjuez
en Medellín, no todo drogas, y violencia, Edson Velandia con el lenguaje propio
de los Santandereanos y la rasqa, una especie de género de raíces campesinas
con guitarras eléctricas y batería, expuso la realidad de nuestro país y por
último, el maestro Velosa mediante su poesía costumbrista, resalto el papel
fundamental del campesinado para la vida en Colombia.
El conversatorio fue muy enriquecedor para los cuatro
adolescentes, les dio, una visión diferente de la música y el arte. Les mostró
que la música es universal, es hermandad, que a través de la música se pueden
abordar y comprender las dinámicas de una sociedad, de un barrio, de una región
de un país.
¡Ahh! y a partir de ahí
bailaron reggaetón, salsa, charanga, bachata, vallenato, rock y hasta el himno
nacional y mejor aún no los volvieron a sacar de las rumbas.
Cesar Mesa 04/05/2021